• Una historia de esfuerzo y dedicación se convierte en inspiración para miles de jóvenes

México, D.F., 21 de enero de 2016. TecNM/DCD. Luis Eduardo Bermúdez Campoy, egresado de Ingeniería en Acuicultura del Tecnológico de Guaymas, del TecNM, recibió su certificado de estudios de esa carrera, ingresó a la institución como empleado de intendencia y hoy ya es ingeniero de profesión.

Bermúdez Campoy, egresado de la Generación 2010-2014, forma parte de la planta laboral del Instituto Tecnológico de Guaymas, donde se incorporó hace 21 años como auxiliar de intendente, en el año de 1994.

Entre otros cargos, se ha desempeñado también como chofer y en el área de vigilancia del tecnológico. Actualmente es el supervisor de mantenimiento de los campos deportivos de la  institución, donde forma parte del Comité de Softbol.

Este importante logro al recibir su certificado, fue motivo de festejo también para sus compañeros de trabajo, quienes lo felicitaron y le desearon más éxitos en su futuro.

Pina Saucedo, compañera y amiga del originario de Guaymas, ha visto su empeño y dedicación: “Todo su esfuerzo y el trabajo de tantos años se ha visto reflejado en este certificado”. Sin embargo, reconoció, pese al gran esfuerzo con que Luis llevó a cabo sus estudios, logró un promedio general de 84 en sus calificaciones.

Saucedo Morales mencionó que él logró combinar el estudio con el trabajo, ya que estudiaba durante el día y por la tarde y noche continuaba en la institución educativa laborando como vigilante, además de integrarse a los equipos de futbol y softbol.

La Jefa del Departamento de Comunicación y Difusión destacó que los estudiantes que combinan estas actividades “se enfrentan al reto de hacer rendir su tiempo para cumplir con todas las responsabilidades”.

Luis Eduardo realizó sus estudios profesionales por su propia iniciativa, aunque tal vez siguiendo una tradición familiar o para honrar a los hombres de mar que mucho han dado a la grandeza de Guaymas. Recuerda que en su actividad como chofer, acostumbraba acompañar a grupos de estudiantes en las visitas a plantas acuícolas del Mar de Cortés, donde además de encontrar valiosas enseñanzas creció su interés en las actividades relacionadas a la acuicultura.

Su padre, don Silvestre, un hombre que dejó junto al mar toda su vida de lucha, era conocido entre los marinos y pescadores con el mote de “El Chango”. A su hermano, el biólogo Ernesto Javier, profesor investigador de esta institución, le apodan “El Chango Mayor”, por lo que Luis también es conocido como “El Changuito” Bermúdez.

Con su sencillez y amabilidad ganó la simpatía y amistad de estudiantes, profesores y personal del tecnológico, que hoy se congratula por su esfuerzo y dedicación al concluir su licenciatura.

Bermúdez Campoy, de 46 años, agradece a doña Lydia, su madre, a su familia y especialmente a los compañeros de generación y del tecnológico, por alentarlo a terminar su carrera, “siempre en su compañía, nunca sin ellos”, dijo sonriendo.

Al recibir su certificado, Luis Eduardo expresó que su actual sueño es poder iniciar su trabajo de tesis para lograr el máximo deseo de un universitario, su titulación como profesionista, además, dijo, desearía integrarse a una empresa del ramo en la localidad.